¿Cómo estoy?
Hace
unos días ya que cortamos, y quiero contarte que me han pasado cosas cuyo adjetivo debería de ser sicodélico; mis
amigas gordas me tienen lastima, Manuela y yo, no andamos en muy buenos
términos, y estoy pensando en comprar un gato, por que aparentemente ese es mi
destino, ser la señora gorda de los gatos.
Para
mi familia nuestra ruptura representa un mal peor que haberme salido de la
universidad, o que haber matado a alguien; a los que me rodean los incomodó, y
a las sociallités de Duraznos les provoco
miedo. ¿Qué te digo?, yo estoy bien, pero aparentemente cortar es una
enfermedad contagiosa que mis amigos piensan que se cura con yaguer ( como si
eso fuera jarabe…). El otro día, en una
tienda, me encontré a una señora que no veía hace mucho tiempo, me preguntó
cómo estaba, le respondí que bien, que me habían ascendido en el trabajo , que
tenia cáncer y que tú y yo habíamos terminado; sólo con decirte que mi mentira
sobre el cáncer le valió verga, y puso unos ojos de perro triste cuando dijo: ¿
Y por qué cortaste? , basta para que entiendas mi situación. Lo peor es cuando
alguien empieza con el rollo de “ No te
preocupes, hay muchos peses en el mar”, en ese momento cierro mis ojos y sólo
pienso: Creo que si me importaran los peses que hay en el mar, cuando se
refiere a buscar una pareja, mi problema sería otro (más bien de orden patológico)
y podría concebirse como algo mucho más grabe de lo que tengo; pero no digo
nada, me evito la pena de responder a afirmaciones tan estúpidas, suficiente
tengo con haber cortado, para estar
dedicando mi tiempo a combatir el analfabetismo mexicano.
Lo
peor es entrar a twitter- por no decir Facebook- ese pinche pajarito que, en vez de cacarear, me recuerda todo el
tiempo que sigues existiendo, que sigues vivo, aunque yo ya no te puedo ver, y
aunque te valgo madres; a ti, te parecen brillantes las líneas que twittea una
vieja, cuya foto de perfil es más bien
la foto de perfil de sus tetas, y estas considerando para cogerse; mientras yo y
Manuela seguimos en el peor altercado de nuestra larga relación. Ya se que se acabo, pero ese pedo de estar
separados sólo podía estar bien si teníamos prohibido salir con otras personas.
Ayer vi mi celular, y me lleve una tremenda sorpresa cuando noté que me habías escrito,
me preguntaste que cómo estaba, y te contesté lo políticamente correcto ( o más
bien, eso que quería que creyeras), cada vez que lo pienso, me da risa imaginar
qué harías si te cuento la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario